La inteligencia artificial está acelerando la transformación de sectores clave, como la logística, la salud, las finanzas, etc. Este cambio de paradigma ha puesto en jaque un sector que hasta hace poco permanecía en segundo plano: los centros de datos. A causa de la revolución tecnológica, estas instalaciones operan sin descansos ni interrupciones, consumiendo grandes cantidades de energía y representando de este modo un nuevo reto en términos de sostenibilidad y uso de recursos.  

La creciente electrificación del sistema, sumada a la alta penetración de energías renovables, genera tensiones en los mercados eléctricos y pone en entredicho la rentabilidad de los proyectos renovables que venden directamente al mercado. Asimismo, esta situación ha abierto una ventana de oportunidad: acoplar centros de datos, con un perfil de consumo estable y predecible, a proyectos de generación renovable. Según los expertos, esta complementariedad energética puede ser una gran oportunidad para estabilizar ingresos mediante acuerdos de compraventa a largo plazo y mejorar la eficiencia del sistema desde una perspectiva tanto energética como económica. 

Este nuevo rumbo tiene grandes expectativas en España. Debido a la abundancia del país en recursos solares y eólicos, su situación geográfica, el competitivo precio de captura y la experiencia con la que cuenta el país en proyectos híbridos, España tiene todos los números de convertirse en un centro neurálgico de centros de datos sostenibles en Europa. Algo muy posible teniendo en cuenta que las inversiones internacionales en infraestructuras resilientes continúan al alza.  

Aunque la teoría suene bien, convertir esta idea en realidad precisará de marcos regulatorios estables, colaboración público-privada y planificación anticipada de las conexiones a red. Además, será clave fomentar tecnologías de almacenamiento energético, como baterías o hidrógeno verde, para gestionar la intermitencia de la producción renovable. 

Irlanda es un ejemplo de ello.  El rápido crecimiento de sus centros de datos ha hecho que ya consuman más del 20% de la electricidad nacional, superando incluso el consumo de los hogares. Esto ha obligado al país a regular su expansión, evidenciando la necesidad de integración energética planificada. 

En España, los centros de datos no solo podrían absorber excedentes renovables, sino también actuar como palancas de desarrollo tecnológico y sostenibilidad. Con el auge imparable de la inteligencia artificial, el momento de avanzar en esta dirección es inminente. 

Esta hoja de ruta será uno de los temas clave en Data Centre World, dentro del marco de Tech Show Madrid, los días 29 y 30 de octubre en IFEMA. Durante el evento, expertos, empresas y responsables institucionales abordarán los desafíos que plantea este nuevo paradigma energético y digital, explorando tanto las oportunidades económicas como el impacto social de convertir a España en un hub europeo de centros de datos sostenibles. Paneles, ponencias y zonas expositivas permitirán identificar soluciones concretas para un desarrollo eficiente y alineado con los objetivos de sostenibilidad.